“Es importante que la ilusión generada se pueda traducir en procesos reales con continuidad”

Preguntamos a Federico Romero, responsable del Albergue Fuente Agria, su paso por el viaje “en clase turista responsable”, destacando aprendizajes y retos.

El Albergue es un proyecto en desarrollo, un proceso que tiende a construir estrategias, instrumentos y prácticas que permitan transitar de un modelo de Albergue Rural a un Ecoalbergue Rural, que implemente y desarrolle los principios del Turismo Responsable y Solidario en el marco de la Economía Social Solidaria y con las herramientas metodológicas que aportan la educación popular ambiental y la agroecología/soberanía alimentaria.
En este camino, nos hemos encontrado con diferentes obstáculos que enfrentar, y no siempre de carácter externo.
Uno de los principales aprendizajes que hemos tenido es la urgente necesidad de clarificar cuáles son los principios que nos mueven y en consecuencia la importancia de acercarnos cuanto más podamos a ser coherentes con ellos, y unido a esto, que la opción/apuesta político-teórica por un modelo de Turismo Responsable y Solidario, por la economía social solidaria y por la agroecología, los mercados de cercanía así como por la soberanía alimentaria y el comercio/consumo justo y responsable, sea también la opción/apuesta práctica de la organización.
Un aprendizaje es reconocer que es necesario crear nuestra identidad, lo que nos define, nuestra marca, nuestro producto. Unido a esto, hemos observado  la necesidad de formarnos al interno sobre el Turismo Responsable y Solidario para, tras un proceso de reflexión colectiva generador de conocimiento, podamos unificar los criterios que mueven el Albergue, permitiendo que la opción por este modelo no sea de una persona o de un grupo pequeño de personas, sino del personal del Albergue y de la entidad misma.
A lo externo: estos encuentros han servido para visualizar la gran desconexión existente en el ámbito de la Mancomunidad. La dispersión de experiencias, sin canales de comunicación, ni de información, incluso desconocimiento de la existencia de muchas de las experiencias mostradas.
En las jornadas hemos podido visualizar que hay ganas de construir conjuntamente, hemos podido vivir la fuerza que posee la acción colectiva, y como consecuencia la solicitud que hacían las entidades y organizaciones asistentes  de impulsar un proceso colectivo de Mancomunidad.
El Albergue podría ser un instrumento dinamizador para construir una red/plataforma por el Turismo Responsable y Solidario de la Mancomunidad.
Para finalizar, el mayor aprendizaje es el de habernos encontrado con personas de las que se aprende, personas que han apostado por una idea, por un sueño y siguen peleando por ellas a pesar de las dificultades. Es importante que la ilusión generada se pueda traducir en procesos reales con continuidad en el tiempo y no sea un elemento más de frustración para los colectivos.

Federico Romero Lara.

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