Reducir la inseguridad alimentaria y promover la salud nutricional en el Distrito de Massangena

SOBERANÍA ALIMENTARIA
Área de Cooperación Internacional para el Desarrollo y los Derechos Humanos

La desnutrición crónica, baja estatura en relación a la edad, es el principal problema de nutrición en Mozambique. Las principales causas inmediatas son la ingesta inadecuada de nutrientes y los altos niveles de infección. Las dietas son monótonas, con deficiencias de micronutrientes. La anemia a menudo se encuentra asociada con infecciones parasitarias que causan pérdida de sangre. Aunque la dieta proporciona la energía necesaria, es baja en grasas y proteínas, así como en micronutrientes como el hierro. La deficiencia de yodo es endémica en el país. La malaria y los parásitos gastrointestinales afectan a la mitad de la población, con un número igual de mujeres que son atendidas en consultas prenatales que tienen enfermedades de transmisión sexual, además de que la mitad de ellas quedan embarazadas cuando aún son niñas. La prevalencia del VIH entre las mujeres en edad reproductiva (15-49 años) es del 16%.

Las causas subyacentes de la desnutrición crónica son la inseguridad alimentaria (especialmente en el acceso limitado y el uso de alimentos nutritivos), las prácticas inadecuadas en relación con el cuidado de las mujeres y la infancia, así como el acceso insuficiente a la salud, agua y saneamiento. Las causas básicas, además de la pobreza, incluyen la baja educación y la desigualdad de género (esta última responsable de los matrimonios y embarazos precoces).

El 43% de los niños y niñas menores de cinco años en Mozambique sufren de desnutrición crónica. Se desarrolla en el período comprendido entre la concepción y los dos años, y no se puede recuperar después de ese período. Este fallo precoz en el crecimiento aumenta la mortalidad infantil temprana, siendo responsable de un tercio de las muertes. Además de representar una de las principales causas de muerte, puede causar daños irreversibles a la salud durante todo el ciclo de vida, tales como baja estatura, lo que conduce a una pobre capacidad productiva y física; disminución de la función cognitiva, lo que resulta en un menor rendimiento escolar y mayores riesgos de enfermedades degenerativas como la diabetes y la obesidad.

El presente proyecto, financiado por el Ayuntamiento de Málaga, interviene en las causas subyacentes de la desnutrición crónica mediante tres líneas de trabajo:

La primera línea busca aumentar la disponibilidad y acceso por parte de la población a alimentos locales de alto valor nutritivo. Para ello se fortalecerá el proceso productivo, siempre bajo un modelo de soberanía alimentaria, de siete asociaciones agrícolas y seis instituciones de enseñanza por medio de la asistencia técnica permanente, la entrega de insumos y herramientas agrícolas, y la promoción de técnicas de conservación y procesamiento de la producción.

Por otro lado, se fomentará una cultura de los cuidados entre la población que repercuta especialmente en mejorar la situación de injusticia en que se encuentran las mujeres y niñas. Para ello se llevará a cabo un proceso de sensibilización en las comunidades e instituciones de​ enseñanza sobre género, violencia, uniones prematuras, embarazos precoces y salud sexual y reproductiva. También se trabajará en promocionar la salud nutricional. Todo ello complementado con la difusión de las medidas de prevención y control del COVID-19.

Por último, la tercera línea de trabajo persigue mejorar el acceso de las personas al agua y saneamiento. Para lograrlo se rehabilitarán varias fuentes de agua que se encuentran averiadas y se fomentará la construcción de letrinas mejoradas, unido a la capacitación y fortalecimiento de los comités de gestión de agua y comités de higiene y saneamiento, estructuras comunitarias que velan por la adecuada utilización y la promoción de prácticas higiénicas y de saneamiento del medio adecuadas.


Financia: